Perforación de la cubierta

La perforación de la cubierta se emplea, a menudo, al colocar instalaciones solares y otros sistemas montados en el tejado. Permite conectar este tipo de sistemas de forma segura y estanca a la cubierta. La perforación de la cubierta es una abertura que se practica en la cubierta para instalar componentes, tales como claraboyas o instalaciones solares.

La ejecución de las conexiones para la perforación de la cubierta exige una planificación cuidadosa y el cumplimiento de determinados requisitos. La hermetización correcta entre la perforación de la cubierta y la superficie de tejado es decisiva para evitar la penetración de agua y el riesgo de daños. Existen hojas informativas y directivas que ofrecen indicaciones para la selección e instalación de los componentes adecuados, tales como materiales de hermetización o bridas de conexión para conectar los puntos de perforación.

Los diferentes componentes se denominan como elementos de perforación de cubierta o elementos de instalación. Estos abarcan, por ejemplo, los elementos de montaje con perforación, las conexiones a prueba de lluvia y los ángulos de inclinación flexibles. Estos componentes aseguran la unión segura entre los sistemas y la cubierta, protegen a esta última de daños y aseguran la instalación efectiva.

La ejecución correcta de la penetración de la cubierta es decisiva para reducir al mínimo los riesgos, tales como fugas o daños en la cubierta. Es importante tomar todas las medidas necesarias para proteger la cubierta y garantizar la funcionalidad duradera del sistema.

¿Qué riesgos presenta la perforación de la cubierta, y cómo se pueden evitar?

Una perforación de la cubierta conlleva ciertos riesgos, particularmente el riesgo potencial de fugas y daños en la construcción del tejado. Se pueden producir fugas si la hermetización entre la perforación de la cubierta y la superficie de tejado no se ejecuta correctamente. Esto puede llevar a graves problemas, por ejemplo, la penetración de agua en el edificio, daños estructurales y la formación de moho.

También se pueden producir daños durante la ejecución de perforaciones de la cubierta. Por ejemplo, tejas antiguas o dañadas pueden sufrir daños durante un proceso de instalación, de lo que pueden surgir zonas inestancas. Asimismo, una hermetización inadecuada puede proporcionar una protección insuficiente en la zona de la perforación de la cubierta, aumentando así el riesgo de penetración de agua.

Para reducir al mínimo el riesgo de fugas y daños estructurales, se deberían tomar determinadas medidas.

• En primer lugar, es importante examinar detenidamente y valorar la construcción del tejado antes de ejecutar perforaciones para determinar si es apta para este procedimiento.
• Es aconsejable utilizar materiales de hermetización de alta calidad y montarlos correctamente.
• Asimismo, el mantenimiento y la inspección periódicos de la cubierta son importantes para detectar a tiempo y reparar potenciales daños.

Algunos tipos de cubierta son más apropiados para la perforación que otros. Las cubiertas planas ofrecen, a menudo, una plataforma más favorable para el montaje con perforación, mientras que las inclinadas pueden exigir adaptaciones estructurales adicionales. Por este motivo, es imprescindible examinar detalladamente la estructura del tejado para identificar posibles riesgos y retos y encontrar soluciones adecuadas.

Ejemplo práctico: Barandilla sin perforación de la cubierta

Un ejemplo práctico de cómo se puede instalar una barandilla sin perforación de la cubierta es el uso de sistemas de barandilla independientes. En lugar de fijar la barandilla a través de la cubierta, se coloca de manera independiente y se asegura con lastres o soportes apropiados.

Las ventajas en la instalación de este método:

• En primer lugar, permite crear un entorno laboral seguro para los trabajadores situados en el tejado sin tener que perforar la cubierta. Esto reduce considerablemente el riesgo de daños y fugas.
• En segundo lugar, la integridad y durabilidad de la construcción de tejado se mantienen intactas, dado que no es necesario taladrar agujeros en la cubierta. Esto alarga la vida útil del tejado y reduce al mínimo los posibles costes de reparación.

Renunciando a la perforación de la cubierta al instalar barandillas que no requieran dicha perforación es posible evitar diferentes riesgos. Estos incluyen el riesgo de fugas, daños estructurales y desgaste del material y el posible perjuicio del efecto estético global del tejado.