En este artículo explicaremos la manera de asegurar transiciones y las posteriores áreas con riesgo de caídas. Un ejemplo de aplicación ilustra la realización de transiciones aseguradas. La protección anticaídas continua juega un papel importante a la hora de permitir a las personas el acceso sin peligro a las superficies elevadas o a su puesto de trabajo.
¿Qué es una transición?
Una transición es un dispositivo que se instala, por ejemplo, en una cubierta para poder superar obstáculos, tales como tuberías, conductos, superficies no transitables o aberturas en el tejado, o para pasar por encima de un peto. Esto hace posible que las personas que tengan que realizar trabajos en las cubiertas puedan acceder a ellas y abandonarlas de una forma segura. Para este fin se utiliza, entre otros, una transición fija, es decir, escaleras instaladas de manera fija, con o sin plataforma.
También en el contexto industrial se utilizan transiciones, por ejemplo, para pasar de una plataforma a otra. Asimismo, los recorridos hacia máquinas u otros puestos de trabajo se realizan con la ayuda de transiciones, creando pasos desde el suelo a través de escaleras hasta máquinas o plataformas en posiciones elevadas.
La finalidad de una transición consiste en garantizar la seguridad de los trabajadores que tienen que ejercer sus actividades en la cubierta o en el puesto de trabajo elevado. La instalación de una transición evitar potenciales obstáculos y riesgos de tropiezo que pueden surgir si no existe ninguna posibilidad de acceso apropiada. Una transición establece vías de acceso claras y un acceso seguro.
Por regla general, una transición debe disponer de un sistema anticaída apropiado para reducir al mínimo el riesgo de caídas.
¿Por qué es necesario asegurar una transición?
La transición debe estar asegurada porque lo exigen las normas de protección laboral, con el fin de garantizar la seguridad de los trabajadores. Una evaluación de riesgos conforme a las bases legales vigentes que incluye, entre otros factores la altura de caída, establece las medidas que se necesitan tomar para la protección anticaídas. Incluso con unas alturas de caída de menos de 2 metros puede ser necesario instalar un sistema anticaída, por ejemplo, si se tiene que operar una máquina.
Las transiciones pueden estar equipadas con barandillas y proporcionar así la seguridad necesaria. Sin embargo, esto lo deberá evaluar un experto para cada situación individual. Si, después de la transición, se encuentra un área con un claro riesgo de caídas cerca de un borde de despeñamiento, el uso de una barandilla o un sistema anticaída lateral no es suficiente. En este caso debe estar garantizada una protección anticaídas continua.
Según las condiciones de entorno o de trabajo, se deberá instalar un sistema anticaída colectivo o una solución de protección individual. En este caso, pueden existir requisitos especiales en función de la industria. Sobre todo para los recorridos de trabajo desde el suelo, pasando por varias escaleras, plataformas y transiciones hasta el puesto de trabajo, una de las soluciones más cómodas para el usuario es un sistema de seguridad de guiado: un sistema de raíl continuo no requiere el traslado de la sujeción.
TAURUS-UNIVERSAL
Sistema de raíl para la aplicación universal
El sistema de raíl TAURUS UNIVERSAL combina los ámbitos de aplicación y las ventajas de TAURUS HORIZONTAL y VERTICAL, estableciendo una transición fluida entre el desplazamiento horizontal y vertical. Proporciona una protección fiable contra ...
Ejemplo de aplicación para una transición asegurada
La transición al tejado es una medida de seguridad importante que se puede utilizar en diferentes áreas de trabajo. Ya sea para el mantenimiento de instalaciones fotovoltaicas, para trabajos de reparación en fachadas de edificios o para la limpieza de superficies de tejado: la transición para tejados permite a los trabajadores acceder de manera segura y eficiente a zonas elevadas. Además, la transición hacia los puestos de trabajo se puede utilizar, por ejemplo, en maquinaria industrial o en equipamientos de investigación. En todos estos ejemplos de aplicación, la transición y la protección de las personas en la misma tiene una gran importancia a la hora de evitar accidentes laborales y optimizar el proceso de trabajo.
El uso de una transición con sistema anticaída garantiza que se evitan caídas o se minimizan las consecuencias de una caída, de modo que el personal pueda trabajar con seguridad.
Transición de peto
Una transición de peto se instala para permitir el paso o la superación de un peto que recorre los bordes de una cubierta o un edificio. Estas transiciones facilitan el acceso seguro a zonas elevadas en el tejado o a lo largo del peto, ya sea para realizar tareas de mantenimiento, inspecciones u otras actividades necesarias.
Al utilizar una transición de peto, se debe tener en cuenta unas medidas de precaución especiales, ya que se suelen encontrar en la proximidad de áreas con peligro de caída. Por este motivo es imprescindible la instalación de sistemas anticaída para garantizar la protección adecuada contra caídas.
Una solución óptima para ofrecer un acceso seguro a lo largo del peto (mediante una transición de peto) es la instalación de un sistema de raíl continuo como TAURUS UNIVERSAL. Este tipo de sistema permite a los usuarios desplazarse a lo largo del raíl después de enganchar su EPI una sola vez, sin necesitad de trasladar la sujeción. El sistema de raíl está diseñado de manera que ofrece a los usuarios el máximo de seguridad, sobre todo en zonas donde existen diferentes niveles de altura, pero también curvaturas horizontales.
Por ejemplo, el usuario queda asegurado con un único sistema de seguridad en todo el trayecto desde el suelo, pasando por una escalera y, finalmente, a través de una transición de peto hasta el tejado, e incluso durante su estancia en la cubierta. Al engancharse en el sistema de raíl TAURUS, los trabajadores están asegurados durante todo su desplazamiento y se pueden mover libremente sin abandonar el sistema de seguridad.
